viernes, 24 de julio de 2009

Cuando una persona se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otra. Cuando se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río. Cuando se va una estrella se ha perdido la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido. Cuando se va se detienen los caminos se empieza a revelar el duende manso del vino. Cuando se va galopando su destino empieza el alma a vibrar, porque se llena de frío. Cuando se va queda un terreno baldío que quiere el tiempo llenar con las piedras del hastío. Cuando se va se queda un árbol caído que ya no vuelve a brotar porque el viento lo ha vencido.

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