jueves, 29 de octubre de 2009

(L)

En la esquina de la calle principal, intentando mantener la linea. Dices que quieres que nuestra relación avance, y que yo estoy retrocediendo.

¿Puedes leer mi mente? ¿Puedes leer mi mente?

Realmente nunca renuncié a evadirme de ésta ciudad de dos estrellas. Tengo la luz verde. Tengo una pequeña lucha interna. Voy a darle la vuelta a ésto.

¿Puedes leer mi mente? ¿Puedes leer mi mente?

Los viejos y buenos tiempos. El hombre honesto. El corazón inquieto. La Tierra Prometida. Un beso sutil que nadie percibe. Una muñeca rota, y un gran trapecio.

Oh, bueno, a mi no me importa si a tí no te importa. Porque no brillo si tú no brillas. Antes de que te vayas, ¿puedes leer mi mente?

Es divertido como te vienes abajo. Esperando un gesto. Me detengo en el camino de entrada con un mágico escalofrío recorriendo mi espalda.

¿Puedes leer mi mente? ¿Puedes leer mi mente?

La reina adolescente, el arma cargada. el ansiado sueño, el elegido. El acento sureño, el mundo oculto. Un muro de una ciudad y un trampolín para saltar.

Oh, bueno, a mi no me importa si a tí no te importa. Porque no brillo si tú no brillas. Antes de que saltes, dime qué es lo que ves cuando lees mi mente.

Deslizándote por mi fé antes de que caiga. Nunca devolvió aquella llamada. Mujer, abre la puerta, no dejes que pique. Quiero respirar ese fuego otra vez.

Dijo que no le importaba. No te importa. Porque no brillo si tu no brillas. Pon tu espalda sobre mí. Pon tu espalda sobre mí. Pon tu espalda sobre mí.

Las estrellas arden como diamantes rebeldes cortados el sol. ¿Puedes leer mi mente?