lunes, 4 de mayo de 2009

Hoy me levanté y recordé que debía llamarte. Tomé el teléfono y tu hermana contestó, estabas en la ducha; miré la hora y mentalmente te odié por lo atrasada que ya estaba. Fuí a tu casa y nos reímos un rato de lo gracioso de la escena, tu, yo y la toalla verde. - Me pongo la chaqueta? - No, afuera hace calor. Tomámos la micro y nos sentamos al lado donde daba el sol, y con una sonrisa te recordé mi buena idea de no traer tu chaqueta. Vimos al tipo vender parches curita, la típica tirita por $100. Resolvimos que esa sería nuestra próxima pega, el tipo había encontrado una mina de oro en nuestra micro. LLegamos al metro. Miré la hora, después de todo no estaba tan atrasada... Nos bajamos en Universidad Católica, y nos reímos un rato de la mala suerte de no estudiar ahí. Caminamos hacía la clínica y una vez ahí miraste el edificio antiguo y recordaste a tu abuelo. Tomámos el ascensor hasta el segundo piso, y me reí de lo floja que me había puesto. Entregué mi tarjeta en la recepción. - La recepcionista está embarazada? - No tengo idea... [Miradas] - Sí, definitivamente lo está. Me llamaron, y cuándo miré a la persona que me atendía, noté que se parecía mucho a ti. Al cabo de un par de minutos salí, te busqué con la mirada, y te pillé durmiendo en uno de los asientos; te moví te dije que estaba lista. Te pusiste de pié y volvimos a caminar hacía el ascensor, esta vez me dió vergüenza tomarlo y te arrastré escaleras abajo. - Ay, que lata, me apestan las escaleras. - debería darte vergüenza, vamos bajando y es un solo piso, no te quejes. Me miraste y sonreíste, supe que te habría dado vergüenza bajar por el ascensor. Caminamos de vuelta al metro, nos bajamos después de dos estaciones; evidentemente no olvidaste molestarme por el nombre. Nos pilló el hambre, caminabamos en busca de un lugar para comer. - Vamos a "Los pollitos Dicen". - Esta bien, ojalá acepten cheques de restaurant. - ojalá, pero no me acuerdo como llegar. La única forma es cantando. "Los pollitos dicen, pio, pio, pio.. cuándo tienen hambre cuándo tienen frío.. - Ahí está. jajajaja - Te lo dije, la única forma de encontrar lugares es cantando. Te reíste mucho rato de mi comentario tan infantil. Entramos al lugar, y nos dimos cuenta rápidamente que si aceptaban cheques. Pedimos el combo 2. - Qué bebida llevarán? - Una fanta y una coca por favor. Me agrada que recuerdes mi bebida favorita. Subimos al segundo piso y vimos el letrero chico que decía "Zona de No Fumadores" Te reíste de la patudez que significaba sentarnos ahí. Nos instalamos, y vimos como a nuestra izquierda cupido hacía de las suyas. Deseamos de todo corazón que el caballero fuera más osado, la señora no hacía más que conversarle y no comía nada. Fueron 30 minutos de lucha contra el pollo, sin mencionar esos malditos servicios que hacían imposible partirlo. Salimos del lugar, recordaste que no tenías cigarros, compramos en un kiosko por ahí. - A donde vamos ahora? - Vamos a la plaza de armas. - Vamos, me siento invencible si tenemos cigarros. Nos sentamos en una jardinera, nos reímos recordando mi foto en ese mismo lugar hace más de 10 años. Sacamos dos cigarros y cada vez que se nos acercaba alguien pedíamos que no nos afrecieran nada. - Yo escribo poemas, se los dejo para que los lean y los retiro después. - Gracias. El primero que leí fué " de Jeans, no de tela", y me hizo reír. Te lo mostré y nos reímos. Al rato llegó el mismo tipo a retirarlos. - Qué poema les gustó más? Solo me reí, gracias a mi risa supo inmediatamente cuál había sido mi favorito. Conversamos de la vida y mirabamos a la gente, nos fumamos otro cigarro, me comentaste dos veces la cantidad de extranjeros ke se veía por ahí; y yo te respondí las dos veces que sí. - Vamos? - Vamos. Metro o micro? - Me da lo mismo, decidamos allá. Hablabamos de un tema que no recuerdo. -... Odio a esos chichijuilotes. - jajaja que mexicanote te salió eso. Intentaste imitarlo y terminaste diciendo una mezcla de mexicano, venezolano y peruano. Me reí mucho rato de la tontera resultante. Esperamos la micro cerca de 15 min. - Ok. Metro. Nos bajamos en las rejas; y nos acercamos al paradero. - Ay, ese perro tiene cara de loco. Y te reíste otro rato más con mi segundo comentario entre infantil y estúpido. Tomámos la micro y esperamos pacientemente por asientos. Una vez que los agarramos, nadie movió nuestros pies del asiento delantero. Nos bajamos de la micro. Habíamos llegado a la casa. - Vas a salir después? - No se, supongo que sí, mejor anda a buscarme. - Bueno, nos vemos después entonces. Caminaste a tu casa y yo a la mía; y mientras nos alejabamos pensé en todas las cosas que nos unieron en un principio. Como es obvio no recordé ninguna, solo pensé en el resultado de frases ke nadie más entiende, de miradas que dicen absol

2 comentarios:

Byolet dijo...

:3 q lindo amiga

Byolet dijo...

Revisa el blog de la Tamy xD